14 de septiembre de 2010

Aulas inclusivas

La atención a la diversidad, demasiadas veces se confunde con medidas compensatorias dirigidas a parte del alumnado. Los recursos materiales y humanos existentes en un centro educativo son para el disfrute de toda la comunidad educativa, como demandantes de una educación entre iguales.

Dentro del aula ya que el modelo de «apoyo fuera del aula» no facilita la inserción socioeducativa del alumnado y puede favorecer la perpetuación de las diferencias de partida. Es importante recordar que el grupo de referencia para cada alumna o alumno debe ser el grupo-clase. Se trata de que nadie salga del aula de referencia sino que entren en ella todos los recursos humanos disponibles en el centro educativo y contando con las familias, para apoyar no sólo al alumnado susceptible de necesitar dicha ayuda sino al tutor o tutora que es quien, en definitiva, va a sacar adelante ese grupo de alumnos y alumnas.

Se recibe lo que se necesita porque al no considerarse a nadie como un problema sino una oportunidad más para aprender, docentes y alumnado pueden sacar el mejor partido de todos los recursos que tengan a su disposición. Y en el caso concreto de las aulas multilingües no hay duda de que la mejor forma de adquirir la lengua vehicular y de instrucción es a través de la interacción y la relación social con sus iguales y no privándoles del contacto con los mismos.

Todos y todas pueden aportar algo. En este punto es fundamental destacar la sensibilidad que debe tener el profesorado para detectar las capacidades y habilidades de sus alumnos y alumnas. Pero este ejercicio de atención y cuidado le permitirá a la vez aumentar su propia estima y, con ella, su percepción positiva del espacio escolar.

Apoyo dentro del aula
En todos los centros hay especialistas (pedagogía terapéutica, logopeda, apoyo a inmigrantes, etc.) y profesorado de libre disposición (horario cero, tutores y tutoras que salen cuando entran los especialistas en sus aulas,...) para impartir apoyo especializado en el centro, y/o con el currículo al alumnado que lo necesite.
Generalmente, este profesorado saca al alumnado de sus aulas de referencia para ayudarle en su proceso de aprendizaje, en un espacio distinto. Pero este apoyo es más productivo si se imparte dentro del aula de referencia en connivencia con el tutor o tutora y el resto del alumnado. Y es que, además de poder ayudar de forma individualizada a todo el alumnado que lo necesite (no solamente al que hemos catalogado como susceptible de necesitarlo), se pueden organizar actividades para todo el grupo (preferentemente con componente lúdico) en las que se trabajen elementos curriculares que la persona a cargo de la tutoría considere oportuno reforzar.
También se puede dividir la clase en tres grupos (de 7 a 9 integrantes) y dividir en tres partes la tarea a trabajar en esa sesión: dos de ellas serán trabajadas por los dos profesores o profesoras presentes en el aula y la tercera se diseñará de manera que el alumnado la pueda realizar de forma autónoma. Durante un tercio de la sesión (20 minutos aproximadamente) cada profesor o profesora explicará la parte de la que es responsable en un grupo mientras el tercer grupo realizará de forma autónoma las actividades diseñadas al efecto. Al cabo de 20 minutos cada grupo cambiará de actividad y de responsable de la misma.
Y así hasta que los tres grupos hayan realizado las dos actividades monitorizadas y la autónoma.

Morales Orozco, L. Aulas inclusivas. (2008) En Colectivo Yedra (Coord.) Glosario Educación Intercultural. Madrid. Ministerio de Trabajo e Inmigración. Disponible en http://www.aulaintercultural.org/IMG/pdf/04.Aulas_inclusivas.pdf

No hay comentarios: