8 de octubre de 2009

Pacto educativo: muchas esperanzas y pocos objetivos

El Ministro de Educación ha anunciado un pacto por la educación. Apelar al consenso y al pacto en la educación siempre es una apelación al sentido común pero de tan manido que suena propagandístico.

El Ministro de Educación ha anunciado un pacto por la educación. Apelar al consenso y al pacto en la educación siempre es una apelación al sentido común pero de tan manido que suena propagandístico.

En realidad el verdadero pacto necesario seria aquel que formulara las líneas básicas de una reforma educativa; sin embargo nadie formula nada. El Consejo escolar del Estado, sin embargo si ha propuesto una serie de medidas que se deberían tener en consideración. Destacaríamos dos: en primer lugar, igualar el gasto en educación no universitaria al gasto medio de la OCDE. Como se sabe la media se sitúa en 5.5% del PIB y España se encuentra en el 4,3%. Este seria un primer objetivo.

En segundo lugar, seria alcanzar los niveles de titulación obligatoria para el 85% o 90% de la población escolar: ese seria un segundo gran objetivo ya que nuestro abandono escolar se sitúa casi en el 30%.

Indudablemente existen otros objetivos a alcanzar en una reforma educativa en profundidad. Por ejemplo abordar una verdadera reforma en los contenidos y métodos de la enseñanza obligatoria y desarrollar una reforma de la formación profesional de largo aliento. Si se emprendiera la reforma necesaria en la formación profesional se requeriría al menos el doble de gasto que en la actualidad y la implicación de las organizaciones empresariales y los sindicatos.

Pero las reformas no serian solo necesarias en cuanto a los objetivos a formular también lo serian en cuanto al modelo educativo y aquí se encuentra el centro del problema.

Nuestro modelo educativoreproduce la segregación social existente distribuyendo a los niños no en función de sus capacidades y necesidades sino de su pertenecia a tal o cual nivel social y para ello utiliza un sistema público y otro privado financiado públicamente. Esa es la realidad. Y todo esto se hace en nombre de la libertad de enseñanza y de la libertad religiosa. De ahí proviene, en gran medida, el desorden y el desasosiego escolar. El desorden escolar es patente en los resultados ya que nuestros alumnos están calificados ente los más bajos, entre los países europeos, en el famoso estudio de PISA.

La educación privada España supone el 30% de los alumnos escolarizados cuando la media Europa no alcanza el 10%, es decir España es el primer país europeo donde la enseñanza privada es más fuerte. Para el sociólogo Vicente Navarro aquí se encuentra el problema esencial de la educación el cual solo tiene solución si se incrementa el gasto en educación y se fortalece el sistema publico educativo. Un pacto escolar que no aborde el problema de los centros privados concertado y la fragmentación en dos sistemas de la financiación pública no avanzará demasiado. Detrás de los centros privados-concertados, existen muchos intereses ya que la educación no solo es un servicio publico, desgraciadamente también es un negocio con claras implicaciones ideológicas.

La portavoz del Partido Popular, Sra. Codespal ha declarado que el pacto solo será posible si se respeta la libertad de elección de centro escolar, toda una declaración de buenas intenciones para no pactar nada. Avanzar en un nuevo modelo educativo significa acabar con estas ratios desproporcionadas de educación privada. La medida más adecuada, en este contexto, sería proponer una moratoria de los conciertos escolares con centros privados e invertir más recursos en la educación gestionada públicamente. Si se quiere pactar para mantener el actual status quo actual, entonces se hará un flaco servicio a la educación.

Antonio Gómez Movellán
Fuente: www.kaosenlared.net



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